Hace no mucho tiempo llegó a mis manos un libro titulado La mente bien ajardinada, la verdad, es que no he tenido la oportunidad de leerlo todavía como tantos otros que pasan por mis manos que me encantaría leer y lamentablemente no me da tiempo.

No quedan en el olvido, sino en una interminable lista de libros pendientes de leer dispuestos a entretenerme y a llenar de maravillas esos huecos que nos brinda la vida deseosos de ser ocupados con inteligencia y calma.

A lo que iba. Estaba comentando que llegó a mis manos el libro La mente bien ajardinada, su título automáticamente me invita a imaginarme una mente diversa y como un buen jardín dividida en espacios. Esos espacios albergan diversidad de especies y colores que extrapolados a la mente serían pensamientos y conocimientos y eso me lleva a pensar en el enamoramiento.

Y es que digo yo… ¿Quién no se enamora de una mente bien ajardinada?

No me refiero a un enamoramiento pasional y terrenal, de esos que nos hacen perder el norte, no. Más bien me refiero a un enamoramiento intelectual, maravillarse por lo que contiene una mente, por la conexión que eres capaz de sentir con ella (que en ningún caso tiene por qué ser correspondida, es más, pienso que en la mayoría de las veces no lo es).

¿No os parece que es un fantástico enamoramiento?

He de confesarlo, yo a menudo me enamoro, si, me paso el día entre libros y rodeada de intelectuales y profesionales de lo que me apasiona y si, sus discursos me enamoran, sus formas de ver este mundo, sus clases magistrales y su invitación a querer seguir descubriendo y aprendiendo, tod@s, ellas y ellos, son dign@s de enamoramiento.

Enamorarse desde lo intelectual sin duda es de lo más gratificante que puedes tener en tu día a día, muy importante es saber seleccionar, dedicarle el tiempo necesario y disfrutar de ello, teniendo en cuenta estos puntos el camino puede ser maravilloso.

Y junto con la inteligencia no podemos olvidar la imaginación, esa es la que me ha llevado a escribir este post y es que no puedo estar más de acuerdo con nuestro afamado Albert Einstein:

🌱 El verdadero signo de la inteligencia no es el conocimiento, sino la imaginación”🌱

Hasta el próximo post y recordad que…